Los pintxos como seña de identidad de la gastronomía vasca

El País Vasco posee una gastronomía de lo más variada y completa. Muchos críticos gastronómicos se suman a esta opinión y la guía Michelin confirma este sentir: cuatro restaurantes vascos ostentan el máximo galardón de esta prestigiosa guía, y ha otorgado28 estrellas a 19 restaurantes repartidos por los tres Territorios Históricos.

Pero para comer bien en el País Vasco no es necesario sentarse a una mesa. En esta tierra está muy arraigada la cultura del poteo o txikiteo, que consiste en ir de bar en bar en compañía de la cuadrilla de amigos, bebiendo pequeños vasos de vino o txakoli (txikitos) o en su defecto, de cerveza (zuritos). Todo este ritual social va muy ligado al consumo de pequeños bocados, pues cada pote suele ir acompañado de un pintxo.

Los pintxos son autenticas joyas culinarias que se han convertido enseña de identidad de la gastronomía del País Vasco. Están elaborados con los productos más típicos y habituales de la cocina vasca (la merluza, el bacalao, las anchoas, los txipirones, los champiñones…), y si bien algunos pueden parecer sencillos (como los pimientos rellenos, las croquetas o la clásica tortilla de patatas) otros han alcanzado tal grado de sofisticación que se consideranverdaderas obras de alta cocina en miniatura.

A esto último han contribuido sobre todo los jóvenes cocineros vascos, fruto de las escuelas de alta cocina y los restaurantes del País Vasco, cuya filosofía les ha llevado a crear nuevos y cada vez más complejos pintxos. Lo que ha propiciado una constante innovación y la aparición de nuevas recetas en miniatura, que han cubierto las barras de los bares de toda una sinfonía de exquisitos sabores, en la que conviven los pintxos tradicionales con las creaciones más vanguardistas. Un auténtico lujo para los paladares más selectos y exigentes.

La filosofía del pintxo

Originariamente se llamaba pintxo a una pequeña rebanada de pan sobre la que se colocaba una pequeña ración de comida que iba sujeta al pan con un palillo, aunque hoy en día los pintxos han evolucionado tanto que ésta ya no es una característica obligatoria.

A diferencia de las tapas, que en algunos bares del Estado Español se sirven acompañando la bebida y van incluidas en el precio, los pintxos en el País vasco se deben pedir por separado. Las barras de los bares de pintxos están repletas de todo tipo de variedades, llenando de color, sabor y olores, el ambiente alegre y bullicioso de este tipo de establecimientos, cuya visita se convierte en una delicia auténticamente vasca y sumerge al visitante de lleno en la vida social de la población local. Placer y cultura autóctona fusionados en cada bocado.

Lo habitual suele ser coger uno mismo el pintxo de la propia barra con una servilleta y degustarlo de pie junto a ella, mientras se charla animadamente con los amigos. Pero también se puede pedir al camarero que nos los sirva en un pequeño platito y buscar un rinconcito más tranquilo donde poder sentarnos y saborearlo con mayor deleite y dedicación. Sobre todo si el pintxo debe ser consumido en caliente, puesto que el camarero lo calentará antes de servírnoslo.

En todas las capitales vascas y en gran parte de sus pueblos, existe un gran número de bares especializados en pintxos y hay varias zonas muy conocidas donde se concentran, sobre todo en los locales de sus cascos antiguos. Nada mejor que recorrer sus calles y, sobre todo, entrar en los bares y dejarse seducir por sus barras. ¡Que aproveche!